Desde hace un tiempo vengo reflexionando sobre darle un vuelco a mis fotos, de bajar un poco las revoluciones, de parar y observar más, de pensar y de evitar lo fácil. Estamos en un entorno que va rápido, digerimos cientos de videos e imágenes cada día, de cierta forma esto hace que se pierda un poco la dignidad de esta labor, ya no hay tanta responsabilidad con las fotos que tomamos, lo hacemos a la ligera, llenamos la memoria de nuestros celulares con fotos que posiblemente no veremos nunca.
En medio de esta gran carrera de la que muchos nos hemos cansado quiero poder redignificar y devolverle la importancia a esta bonita labor de fotografiar, la fotografia análoga es una forma responsable y valiosa de retratar, requiere una conexión mental y emocional más fuerte, necesita de más planeación y de más calma.
La belleza está en el proceso, cada carrete contiene 36 fotos para el formato de 35mm y tan solo 16 para el formato 120mm, los importamos cuidadosamente de tiendas en España o Estados unidos y una vez tomadas las fotos se envía a revelar y escanear a europa en uno de los mejores laboratorios del mercado, pasada una semana nos reenvian el carrete revelado y las fotos escaneadas para poder entregarlas al cliente. Este proceso hace de cada foto algo valioso.